Definiendo el propósito y audiencia: ¿informar, persuadir o inspirar?

🎯 Definiendo el propósito y la audiencia: ¿informar, persuadir o inspirar?

Antes de abrir PowerPoint… detente y hazte dos preguntas clave:

  1. ¿Qué quiero que pase después de mi presentación?
  2. ¿Quién me va a escuchar y qué necesita de mí?

Una presentación efectiva no empieza con diseño ni con contenido, sino con claridad de intención. Definir tu propósito y conocer a tu audiencia es lo que marca la diferencia entre simplemente “presentar” y realmente conectar e influir.


🧭 ¿Qué tipo de presentación estás dando?

Cada presentación tiene un objetivo dominante. Saber cuál es te ayudará a elegir el tono, el nivel de profundidad, la estructura visual y hasta cómo cerrar:

📢 1. Informar

Tu objetivo es transmitir datos, resultados, procesos o novedades de forma clara y comprensible.

  • Ejemplos: informes de resultados, avances de proyectos, formación técnica.
  • Estilo: claro, directo, estructurado.
  • Riesgo: volverse monótono si no hay narrativa.

💼 2. Persuadir

Quieres que tu audiencia tome una decisión: comprar, invertir, aprobar un cambio, apoyar una idea.

  • Ejemplos: propuestas comerciales, pitches, presentaciones estratégicas.
  • Estilo: emocional + racional, con evidencias y beneficios claros.
  • Requiere: storytelling, datos de apoyo, cierre potente.

💡 3. Inspirar

Buscas mover emociones, generar reflexión o motivar al cambio.

  • Ejemplos: charlas TED, discursos de liderazgo, lanzamientos.
  • Estilo: narrativo, empático, con metáforas o historias personales.
  • Clave: autenticidad, conexión emocional y un mensaje memorable.

👥 ¿Y quién es tu audiencia?

No es lo mismo hablarle a un equipo técnico que a un comité directivo.
Conocer a tu audiencia te permite ajustar el lenguaje, el enfoque y la profundidad del contenido.

Pregúntate:

  • ¿Qué saben ya sobre el tema?
  • ¿Qué les interesa? ¿Qué les preocupa?
  • ¿Tienen poder de decisión o son influenciadores?
  • ¿Cómo se comunican entre ellos? ¿Formales o cercanos?

🔍 Ejemplo:
Si vas a presentar un nuevo software a usuarios sin experiencia, usarás ejemplos prácticos y evitarás tecnicismos.
Si presentas ese mismo software al CEO, hablarás de ahorro, impacto y retorno de inversión.


💬 Conclusión

No empieces por lo que vas a decir. Empieza por lo que quieres que el otro entienda, sienta o haga.

Una buena presentación no se centra en ti. Se centra en tu audiencia.


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